domingo, 28 de abril de 2013

¿QUIÉN QUIERE VIVIR PARA SIEMPRE?

     En algunas ocasiones, pequeñas películas nos dejan una huella profunda. Hace ya 18 años de "Antes del amanecer" (Before Sunrise), protagonizada casi en exclusiva por Julie Delpy e Ethan Hawks y que fue el origen de una trilogía que se ha ido desarrollando con los años. Posteriormente vendría "Antes del atardecer" (Before Sunset) y recientemente "Antes de la medianoche" (Before Midnight) estrenada en Sundance este mismo año.  

  Si hablamos de "Antes del amanecer", hablamos de una película aparentemente sencilla, rodada como una sucesión de diálogos que al espectador le dan la sensación de transcurrir casi a tiempo real. Como si hubieras colado tu mirada por una rendija en un trozo de vida real de dos chicos veinteañeros desconocidos que se encuentran en un tren y deciden bajarse de él para conocerse e iniciar una historia romántica. La magia del cine quizás tenga que ver con esto. Por muy sencilla que sea una película, si el proceso de identificaciones se pone en marcha puede atraparte. Y en este caso es imposible no identificarte con algún aspecto de ellos ya que tocan  todos los palos universales sobre los que la mayoría de la gente se pregunta, discute, piensa y teoriza: las relaciones entre hombres y mujeres, el sexo, el amor, la vida y la muerte, la rutina, la vida de los otros vista desde el sentirse especial y diferente. 

     La película comienza en un tren con el encuentro casual o casi casual entre dos chicos, norteamericano él, francesa ella, en un viaje desde Budapest, en el que van pero no tienen el mismo punto de llegada. Ella se dirige a París, él debe bajarse en Viena. Hasta aquí el contenido manifiesto del cuento. Pero esto servirá de excusa para que pongan en juego a lo largo de la película su mundo interno. Que es lo realmente interesante. 

     Lo primero que llama la atención es la aparente sencillez del planteamiento a base de diálogos y en principio poca acción. Como en aquella "Historias mínimas" (2002), del argentino Carlos Sorín. Y sin embargo te va atrapando, porque lo realmente importante no es la acción en la pantalla fuera de uno mismo, si no lo que se moviliza dentro de uno en cada escena. Si hay movimiento "dentro", la película está viva. 

    Otro elemento que juega a favor, y sobre el que recae todo el peso es la gran interpretación de ambos protagonistas. Sobre ellos y su mundo interno recae el foco, con apenas algunos mínimos encuentros breves con algunos personajes que les salen al paso. Breves y efímeros. En consonancia con la gran problemática de la película, lo efímero contra lo que perdura. La narración transcurre claramente en dos planos temporales que se sugieren desde el principio, el tiempo que podríamos llamar "real", es decir el “tiempo en su carril”, de lo que se supone que está previsto ser vivido,  lo que en Psicodrama podríamos llamar la "conserva cultural". En el caso de él tomar un avión de vuelta a EEUU y en el de ella llegar a París. Y el “tiempo fuera del carril”, de lo que se supone que no iba a ser vivido, una suerte de tiempo en el que se arriesga, un acto naciente. Desde ese punto de vista no es casual que se conozcan en un tren, como metáfora de la vida que transcurre por una senda prevista, "encarrilada". Con el paso de las escenas se irá viendo que según el tiempo real contamina el tiempo del  acto naciente, crece la angustia. Como dos Romeo y Julieta modernos, que pertenecen a dos mundos diferentes no necesariamente enfrentados pero cuyos contextos les separan. Por tanto hay un tercer personaje que hace las veces de antagonista, que flota sobre ellos, el tiempo real, la realidad que les introduce en el dilema de vivir algo intenso, verdadero, idealizado, pero efímero o introducir al otro/a en su realidad perdurable con las dificultades y esfuerzos que supone y el riesgo de des-idelización, hastío y fracaso. De esta manera adquiere significado la exposición que ven anunciada en un cartel en una farola, en ella se pueden ver figuras de personas casi difuminadas en el contexto. ¿Puede el contexto acabar con la individualidad? ¿Es posible salirse de esos carriles rutinarios que el contexto impone? ¿El ser humano se ve difuminado hasta desaparecer y no ser más que una sombra? Ese diálogo supone un punto de inflexión: es el  primer momento en el que se plantea algo más allá del tiempo presente mágico que están viviendo, el primer momento en el que el futuro se cuela entre ellos, (“qué pena es una exposición que no podremos ver, es la semana que viene”). El futuro, como marca su carril y el tiempo real-antagonista, no les pertenece. Solamente el presente. Especialmente deliciosa es la escena en la que fantasean qué dirán cada uno a sus figuras significativas cuando vuelvan a la realidad, en lo que supone un diálogo en el que apoyados en el otro como yo auxiliar, dramatizan una escena de futuro, a medio camino entre doblarse a sí mismos y el cambio de roles. 

Relacionado con esto, la película plantea lo efímero, lo transitorio como algo que nos hace sentirnos vivos. Pero que produce angustia, y que al final, para combatir dicha angustia, caemos en la tentación de querer retener las experiencias, que pierda su naturaleza de muerte inminente y se queden en nuestra vida. Aun a riesgo de convertirse en monotonía. Todos los personajes que les van saliendo al paso son personajes fugaces, en sus vidas (y en la del espectador). Personajes que aparecen un segundo para rápidamente desaparecer: un mendigo poeta, una lectora de manos que les asalta en un café, una bailarina callejera. Son personajes de lo efímero. Ellos también lo son el uno para el otro, pero han logrado congelar el instante. La analogía se puede establecer con la vida. Un lugar más efímero de lo que creemos, que puede ser vivido como un carril programado o no. Lo efímero en su lucha con lo perdurable, ¿no le da a la vida un sentido, una intensidad, el saber que no será para siempre? ¿Y a la vez no deseamos y fantaseamos que sí lo fuera?

      En ese encuentro libremente elegido por ambos transcurren, poniendo algo de autenticidad. Él que dice estar harto de sí mismo y que se maneja en la vida con cierto cinismo y descreimiento de todo, como un turista en una vida que no debería estar viviendo puede sacar otros personajes internos.  El encuentro le permite ser otro, un otro diferente para ella. Alguien a quien sorprender, con quien poder ser romántico, a quien poderle contar por primera (y previsiblemente única vez) sus vivencias infantiles, lo que piensa sobre la vida o las relaciones. En el fondo se transforman en una idealización, como personajes desconocidos el uno para el otro sobre los que poder proyectar. El tiempo del amor romántico, se basa en eso, en la proyección y el alejamiento de la realidad. Es un momento psicótico casi delirante. En el que se podría decir que a mayor idealización más locura y mayores carencias internas. Porque uno idealiza basándose precisamente en eso, en sus carencias. Con el tiempo dice el chico, acabarías conociéndome y te cansarías de mis anécdotas, de mis maneras de hacer y reaccionar. Es decir que con el conocimiento declinaría la locura romántica. La proyección y la idealización perdería lugar. Desde este punto de la lucha entre la idealización y el amor real, uno podría decir que cualquier amor real será siempre mejor que un amor idealizado. Un amor real que asuma la castración, sus límites, sus carencias, que renuncia a que nos colme en todo y en todo momento. Pero que a la vez para llegar a ser real, necesita esa fase de locura. Es necesario enloquecer un poco para llegar a estar cuerdos (un poco). 

     Me gustaría llamar la atención sobre algunos elementos simbólicos que pueden pasar desapercibidos. El uso que hace el director de las escaleras y los puentes como telón de fondo de algunas escenas. Cosa que se repetirá en la segunda parte también. Las escaleras sirven para unir dos puntos, dos planos diferentes del suelo.  De la misma manera en que ellos se manejan en esos dos planos de idealización romántica y realidad. La lógica de los puentes es la misma, unir dos puntos, dos objetos que están separados, dos personajes con poco tiempo para construir un puente que una los dos planos, los dos mundos separados que son ellos. 

     

 Finalmente como corresponde a una trama que forma parte de una trilogía, las espadas quedan en alto. Un repaso visual a los lugares en los que han estado nos muestra qué diferentes son cuando son decorados del mundo real, a cuando han sido el telón de fondo de ese tiempo fuera del tiempo que han construido fuera del carril. Los lugares aparecen ya, rutinarios, vacíos, sin palabras, carentes de toda magia. Las palabras eran el verdadero puente entre ellos. Como si hubieran vivido un sueño shakespiriano, el sueño de una noche de verano, los ojos se cierran justo en el momento del despertar. 

    




sábado, 15 de septiembre de 2012

POR QUÉ FRANCO NO FUE MAGIC JOHNSON

       A mí no me enseñaron a pensar. Quizás por eso todavía me cuesta. Es una pena. Es más fácil enseñar a alguien a obedecer, si tienes los medios coercitivos para ello, que enseñar a alguien a pensar. A plantearse cosas. O a cuestionar la autoridad especialmente cuando no es autoridad si no poder. 

      

  El colegio al que fui era religioso. Y ya sabemos que en un contexto religioso, obedecer es un valor mayor que cuestionar. Recuerdo en 2º de BUP (qué viejo suena esto) al profesor de latín, conocido mundialmente como "el fabón". Un tipo especialmente desagradable con el sector masculino y baboso con el bello sexo,  defendiendo un razonamiento de política-ficción con el que apasionadamente pretendía defender a Franco. Decía el fabón que "si Franco se hubiera retirado tras el alzamiento, una vez vuelto el orden, y hubiera vuelto a los cuarteles, dejando que la democracia continuara, habría pasado a la posteridad como uno de los personajes más importantes de la historia de España". Hombre, parafraseando el refrán, si Franco en vez de dar un golpe de estado hubiera jugado al baloncesto igual hubiera sido Magic Johnson. Pero vamos, a lo que voy, que en ésas que está diciendo estas sandeces, un compañero y en aquella época muy amigo, de cuyo nombre me acuerdo perfectamente pero omitiré, levanta la voz y le discute. El fabón, nada acostumbrado a que le discutieran (no era cosa de él, la obediencia amigos la obediencia) empezó a ponerse rojo, iniciando un debate/bronca con tintes de hostilidad hacia  el "disidente" que el resto de la clase aprovechó para bajar la vista, guarecerse, dejar pasar el tiempo y calcular si con aquella distracción al fabón no le daría tiempo a preguntar en la pizarra. Evidentemente, allí empequeñecidos, hechos un ovillo sacando chepa y sin prestar mucha atención a lo que estaban diciendo, todos aprendimos algo. Solidario con mi amigo, pensé en todo este trance, que se la estaba jugando, porque era obvio que al fabón no le gustaba debatir y corría el riesgo de ser devorado. Lo cual el fabón intentó con su estilo despectivo habitual. Lo que aprendí yo, lamentablemente fue que era mejor estarse callado y no discutir la autoridad (más que autoridad poder). Desde un punto de vista pedagógico, el profesor fue a penalizar al único de la clase que pensaba, tenía más conocimiento, interés y además la personalidad como para discutirle. En este contexto de sofocar cualquier intento de pensamiento diferente que cuestionara al profesor me crié yo. En la competitividad más salvaje y la represión sexual. Como ejemplo diré que en cierta ocasión, debía ser 7º de EGB (uf, la viejunez), al profesor de inglés le dio por ponerse pedagógico, y puso en marcha la brillante idea de hacer un concurso en aquella evaluación. Los primeros en ese concurso sacarían sobresaliente y así sucesivamente. Los que quedaran eliminados a la primera serían suspensos. La mecánica del concurso consistía en competir unos con otros, por parejas, luchabas contra el compañero que te había caído en el sorteo. Tú le hacías una pregunta de vocabulario y si no la sabía palmaba. Palmaba a la de tres fallos. O tú, si fallabas sus preguntas. Esta dinámica significaba que para que tú aprobaras el otro tenía que suspender. Lo cual nos transmitía, seguramente sin pretenderlo el profesor, en los valores del sistema capitalista: para que unos países tengan riquezas, otras deben ser explotados. Evidentemente, a algunos nos parecía tan aberrante este individualismo salvaje, que transgrediendo la norma, cosa nada fácil en un ambiente tan atemorizante, decidimos pactar las preguntas, con lo cual no fallábamos y ganábamos tiempo para que gente de otras parejas perdiera y al menos no suspendíamos. Lo cual hizo que se eternizara el concurso durante meses. No era muy solidario, no era una rebelión, pero sobrevivías. 
Me educaron en el individualismo, el esfuerzo, la competitividad. No tanto en el librepensamiento. 

     En cuanto a la represión sexual, era especialmente surrealista. Ya metidos en los 80, determinados mitos como quedarse ciego si te masturbabas habían perdido tanta fuerza que ni siquiera en el ámbito marista se podían mantener. Había que manipular, pero huyendo del tópico. Y ahí, con 13 años, teníamos a nuestro tutor, uno de los más enrollados y queridos diciéndonos creando una cierta complicidad, como el que da un consejo y te da libertad para seguirlo, "cuidado, que el cuerpo al final, si abusas de él, con el tiempo lo pagas". Una especie de amenaza abstracta que caía sobre tu cabeza, que viniendo de quien venía al menos lo escuchabas y empezabas a dudar, joer si lo dice Don Ángel (no tenía mote, eso dice mucho de la cercanía con los alumnos), igual es que es malo. De las amenazas tópicas de siempre te podías defender, como dice Ernesto Sevilla, hombre si masturbándote te quedas ciego, ya pararé cuando lleve gafas. Pero de las amenazas abstractas, ay, qué hacer. Represión, culpa, castigo, tradiciones, obediencia, caridad, esfuerzo, individualismo, fomento de un superyó sádico, castración, competitividad, no pensar. Probablemente también hubo cosas positivas. Seguramente. Tendré que "pensarlo".

       Hoy en la manifestación -la énesima-, y las que quedan. Caminando junto a las 50.000 personas más parecidas a un millón que he visto nunca. Lo pensaba. Cuántos de mis ex compañeros estarían por ahí. Cuántos serán capaces de pensar. De salirse de los tópicos, ahora no ya sexuales si no económicos. Cuántos serán capaces de unirse. De buscar un bien común, acostumbrados como nos educaron en la competitividad y el individualismo. Al "buenismo" y la caridad. Cuántos serán capaces de cuestionar las tradiciones, desmarcarse de la influencia y la ideología paterna/materna, cuántos. Tomar conciencia es importante. Informarse para minimizar la manipulación. Despertarse. Leer. No estar anestesiados. Cuántos de mis compañeros iban, en tiempos, a las manifestaciones para pedir el 0,7 %?. ¿Estarían hoy por allí? A nadie le gusta sentirse mala gente. Como decía Helder Cámara, aquel obispo brasileño de la teología de la liberación, "si le doy de comer a los pobres, me dicen que soy un santo. Pero si pregunto por qué los pobres pasan hambre y están tan mal, me dicen que soy comunista". Hay gente muy dada a la caridad, pero menos a cuestionarse. A pensar y buscar alternativas al poder dominante.  A apoyarlas. Protestar. Exigir. Rebelarse. Hoy. Ahora. 





viernes, 14 de septiembre de 2012

QUE LE DEN CANDELA


Queda una semana para estar paseando por el malecón de La Habana, tomando un mojito en la bodeguita de enmedio y haciendo Psicodrama con un grupo indeterminado de artistas, psicólogos y psiquiatras cubanos. El viernes a la noche ya estaremos por allí. Uso el plural porque vamos 3. Y a duras penas tenemos idea de lo que nos encontraremos. Podríamos hacer una larga lista de cosas que no sabemos del grupo: el perfil de los participantes, su número, si se conocen entre sí, los conocimientos previos que tienen, ¿podremos usar un proyector para los power point que llevamos? Todo un reto para una personalidad como la mía tendente al control, con ciertos tintes de omnipotencia y con un ideal del yo hipertrofiado. Pero si algo representa el Psicodrama es la espontaneidad, habrá que confiar más que nunca en ella y en el grupo. El grupo es sabio. Si quieren implicarse tenemos medio camino hecho.

De momento las comunicaciones con la isla han rozado el surrealismo. Parece ser que conceptos como las líneas adsl, modems, wifi y demás no han llegado allí. No reciben los mails en ocasiones, aunque aquí sale aceptado. Hemos llegado a un punto en el que me ha empezado a dar igual si el visado es de turista o es de formación o qué. Ellos lo solucionarán cuando les convenga. Y bueno, es claro que les conviene. 

Algunas emociones y sensaciones se mezclan. No puedo esconder una simpatía por una gente que sufre un bloqueo inhumano desde hace años. Simpatía por un tipo de sociedad diferente que no tiene el individualismo y el capitalismo por bandera si no lo comunitario y el socialismo. Pero no se pueden negar las oscuridades de un sistema que para mantenerse tiene que hacer del adoctrinamiento y la falta de libertades un pilar fundamental. Admiración y tristeza. Simpatía y decepción. Contradicción. 

Me queda una semana para domar las fantasías temidas que son un racimo abundante. Frenar la intelectualización y virar hacia lo lúdico. ¡Winicott! Pase lo que pase será bueno. Y será histórico en nuestras vidas. Enriquecedor e inolvidable. Seguramente Moreno si nos estuviera viendo, se partiría de la risa. ¡Qué oportunidad y qué grande poder vivir esto, chico!


Ofrenda moreniana ante el inminente y catártico aterrizaje en La Habana:


Moreno que estás en los cielos, 
¡trae a nosotros tu Encuentro!, 
los actos nacientes pueblan la escena 
y fluye el proceso primario.

Enséñanos  la contratransferencia 
Que los caldeamientos caldeen 
y los yoes auxilien.
Permite que el grupo hable con voz verdadera.

Protégenos de las conservas culturales, 
de los roles congelados
de la preocupación y el narcisismo
de la intelectualización que frena la escena

Hágase la espontaneidad y la ternura,
en el aquí y ahora

Y líbranos de las resistencias. 

¡Amen!
(sin tilde)



domingo, 15 de julio de 2012

PORQUE NOS QUIEREN


Cuatro décadas de dictadura no se esfuman en unos años. Sólo desde la ingenuidad podemos pensar que ya ha pasado mucho tiempo, ha llovido mucho y la sociedad en la que vivimos es moderna y del s.XXI. Y menos aun si hay un sector del país que no ha podido cerrar su duelo y no ha podido siquiera enterrar a sus familiares. Al contrario, ciertas maneras de pensar heredadas, una forma de inconsciente colectivo, permanece porque ha quedado inscrita de forma profunda en el psiquismo de las personas, en nuestra parte más inconsciente. 

      Por otro lado la franja de edad de las personas que ahora detentan el poder y el dinero, de los grandes empresarios, jueces, presidentes de la ceoe, bancos, consejos de administración, etc. se sitúa muy habitualmente de los 50 años en adelante. Es decir, personas que se criaron en el franquismo y mamaron desde pequeños una forma más autoritaria de relacionarse. Desde la vinculación con los padres, mucho más basada en la sumisión que ahora. Hasta la relación con el poder, la figura del jefe. Hay para ello, múltiples ejemplos en el cine español de la época, como aquel director de sucursal bancaria de "Atraco a las tres" (1962), autoritario, inflexible, rígido, y con bigote, ante el que los trabajadores subordinados (los deliciosos J. L. Vázquez, Manuel Alexandre y Agustín González) se plegaban sumisamente, sin un pero, y un temor reverencial. Como digo, esto no desaparece de un día para otro. El famoso "te pego porque te quiero...lo hago por tu bien" en forma s.XXI sigue vigente. No hay más que ver las medidas del gobierno. Te recorto por tu bien, te reduzco derechos porque es la única manera, te bajo el sueldo porque es necesario, son corolarios de ese te pego porque te quiero. ¿Y ante eso, cómo reaccionamos? Hay una parte de la sociedad que se rebela, que protesta, obviamente. Pero es espeluznante cómo cala con facilidad en tanta gente ese mensaje fácil de "son medidas dolorosas pero necesarias". Como el niño, que tras haber hecho travesuras (me compré un coche, una casa) agacha la cabeza ante la reprimenda del padre (viviste por encima de tus posibilidades) y acepta los capones como algo necesario, -me pega porque me quiere-. Incluso, parece discernirse en algunas personas, obviamente de derechas, la nostalgia por una mayor contundencia. Por algo Rajoy no es del todo ese líder que esperan, y no logra una mayor unanimidad entre sus votantes, le falta algo, y ese algo es que no llega a ser suficientemente Aznar (hay que recordar que el PP aúna a toda la derecha, por tanto entre su arco electoral se acomoda con mayor o menor satisfacción gran parte de la oligarquía franquista). Como achacándole, que además de hacer los recortes, debería dar un golpe sobre la mesa y al más puro estilo chulesco aznariano soltar un par de exabruptos. Quizá por eso triunfa tanto Esperanza Aguirre. Ella sí mete caña, no como el blando de Rajoy. Mi abuela cuando hablaba de Franco, decía que no era una dictadura, ella lo llamaba, como tantos otros, una "dictablanda". Asumiendo que, bueno, sí, no votamos, pero todo lo que hace lo hace por nosotros -lo hace porque nos quiere-. Seguimos en un punto parecido. En el imaginario de gran parte de la sociedad, al menos de 10 millones (tal vez ahora alguno menos) papá Rajoy, sentado en su sillón a punto de irse a la cama, se fuma un puro preocupado por España, por los duros recortes que no quisiera hacer, pero que se ve obligado, por la nación, por España, por nosotros, que no sólo seremos los beneficiados si no que, ¡ay malnacidos!, no se lo agradecemos. Pero eso le da igual, porque como gran papá de todos, lo hará por  nuestro bien, a pesar de lo doloroso que le resulta.

      Ya he dicho alguna vez que Buenos Aires me recuerda mucho a Madrid. La ciudad más europea de Argentina. Y la ciudad del mundo donde más pintadas de corte social y reivindicativo que yo haya visto.  Sin duda tienen motivos. Hace unos años, paseando por sus calles, me gustaba apuntarlas en una pequeña libreta. Una libreta que no he vuelto a mirar pero alguna de esas pintadas se me quedó grabada, como aquella que decía "nos mean encima y decimos que llueve". La derecha tan gustosa de una autoridad fuerte, que no permita manifestaciones, que reprima cualquier tipo de atisbo de acampada, tan proclive a culpar a los demás y al "que se jodan", a la misa y al "como Dios manda", tan nostalgiosa de una versión 6.0 de la dictablanda, tolera los recortes y se identifica con ellos, de hecho podrían escribir en cualquier muro "nos mean encima, pero lo hacen porque nos quieren".



domingo, 26 de diciembre de 2010

LAS FORMAS DE COMUNICACIÓN ALIENANTE


La navidad es un periodo complicado. El hecho de pasar tanto tiempo en reuniones familiares, a las que más o menos todos estamos avocados, puede ser perjudicial para la salud. No lo digo con ironía. Es literal. Por algo se dice aquello de ¿qué tal las fiestas? ¿las vas a pasar bien o en familia? Quizá fruto de este sobreexceso familiar con cantidad de mensajes cruzados, situaciones extrañas, dobles mensajes y demás, me entran ganas de vestirme de camaleón para reflexionar sobre algunas formas de comunicación alienante que todos practicamos. Todos es todos. Yo el primero.
Una forma de comunicación alienante es una pauta de comunicación tergiversadora, tramposa, que suele conducir al otro a la confusión y que en general, suelen tender hacia la negación de la "otridad" del otro, de su punto de vista y su forma de ser. Por eso es alienante. Conviene conocerlas, porque estamos sometidos a ellas de continuo y eso significa que también cada uno la utiliza sin ser consciente. Aunque ahora al explicarlas parecerán burdas, no os fiéis, las colamos y nos las cuelan de forma muy sutil. Y en cualquier caso, su efecto será siempre más devastador cuantos menos recursos, formación, edad y salud mental tenga la persona.

FORMA DE COMUNICACIÓN ALIENANTE NÚMERO 1. LA COSIFICACIÓN.

Consiste en poner una etiqueta al otro. Se niega su globalidad. Si en algún otro post hemos comentado que no somos uno solo. Sino que somos muchos. Un conjunto de personajes y roles. Cosificar es etiquetarlo para creer que entendemos al otro. Esto se da mucho en mi profesión. "Es un psicótico" (como si eso significara algo), "es un obsesivo", "una histérica", "un carácter débil". En la vida cotidiana, podemos tachar a alguien y convertirlo en "un borde", "una aburrida", etc.
En la comunicación con el otro, el etiquetado no es infrecuente que vaya asumiendo poco a poco la etiqueta que le han colgado. Y definiéndose desde ahí. Olvidando toda la riqueza que la etiqueta niega.


FORMA DE COMUNICACIÓN ALIENANTE NÚMERO 2. LA MIXTIFICACIÓN (o mistificación)

En sentido activo, mixtificar significa nublar, obscurecer, confundir, enmascarar, en beneficio de uno mismo.

Un tipo de mixtificación muy utilizado consiste en creernos con el derecho a determinar el sentimiento del otro. "Cómo puedes estar triste con todo lo que tienes", "te debería dar vergüenza pensar así". Como si uno mismo fuera la vara de medir lo que los demás deben sentir. Yo de este tipo soy un auténtico maestro, lo reconozco.


FORMA DE COMUNICACIÓN ALIENANTE NÚMERO 3. EL DOBLE MENSAJE.


Es un clásico tanto dentro de la psicopatología como en la vida cotidiana. Durante años se postuló como teoría del origen de la esquizofrenia. Ya que es una realidad, que en las familias de personas con psicosis es muy común encontrar cientos de dobles mensajes. Hoy día esto ya no se postula por lo menos con ese carácter tan categórico, pero sí es conocido lo atrapado que queda uno al entrar en los dobles mensajes. El mecanismo consiste en mandar un mensaje ambiguo, una primera parte del mensaje afirma algo, pero la segunda parte niega eso mismo. En clave de pareja: "no me importa que vayas con tus amigos, pero bueno habíamos dicho hace tiempo que íbamos a cenar en casa con..." No siempre es tan burdo, en ocasiones es mucho más sutil porque el doble mensaje no siempre es verbal. Lo contradictorio puede estar en la diferencia entre lo verbal y lo corporal. "No, no me importa de verdad" (con cara seria, ojos bajos...) Lo verbal entra en contradicción con lo corporal. En ese sentido el Psicodrama es un instrumento privilegiado para detectar esto. Como os podéis imaginar los dobles mensajes generan confusión y atrapamiento. Que no pocas veces deriva en discusión. Aunque el efecto más común es la culpa. Ya que hagas lo que hagas, incumplirás una de las dos partes del doble mensaje.
En un ejemplo real de una persona con cierto tipo de psicosis, su padre en el intervalo de 45 min., llegó a afirmarme lo siguiente: mi hijo necesita un sitio para ingresar de por vida/ mi hijo lo que necesita es un trabajito, confío mucho en vosotros/estoy buscando otro centro para que esté, mi hijo no le gusta el fútbol/a mi hijo le gustan todos los deportes, mi hijo es muy obediente/ mi hijo no hace caso, etc. etc. Enloquecedor. Y es que a veces, parece que no quedara más camino que petar para librarse de ciertas situaciones.


FORMA DE COMUNICACIÓN ALIENANTE NÚMERO 4. LA INVASIÓN DE LÍMITES.

Es la forma preferida por las madres. Y por ende, por las suegras. Consiste en meterse en el territorio del otro sin permiso, ni respeto. Tengo que decir, que en este caso, no precisamente de mi madre. Que no sólo no invade límites, sino que como te descuides no te llama en un mes. La invasión de límites se produce de diferentes formas: intentando controlar la conducta del otro ("lo que tienes que hacer es..."), dando la tabarra para contar lo suyo, historietas, anécdotas mil veces contadas, no escuchando, "pues nosotros cuando estuvimos en..." (y ahí ya se nubla todo y no vas a poder meter baza en una hora). Pero mi forma favorita de invasión de límites es desde el amor. Con la excusa de "si es por tu bien...", "si no nos importa...". No quiero ser muy concreto pero cabe decir que el cariño al otro puede esconder la alienación. Y se ve fácil, especialmente cuando uno tiene dificultades para poder decir que NO a los ofrecimientos generosos que recibe, por aquello de "esperemos que no se enfade". El exceso de ayuda (no pedida) puede violentar al otro. Y constituye una invasión de límites.

FORMA DE COMUNICACIÓN ALIENANTE NÚMERO 5. LAS ATRIBUCIONES.


Consiste en atribuir al otro cualidades que no tiene. Se parece a la cosificación. Pero la cosificación es más rotunda y definitoria de la personalidad del otro. A veces tienen formas muy categóricas, con fórmulas de "siempre/nunca". "Como es incapaz de decidirse...", "nunca has querido a nadie", "como nunca escuchas...", etc. Las atribuciones, ojo, también pueden ser positivas. Y quedar atrapado en ellas. En estar a la altura de la brillantez que se le presupone al que sufre la atribución. Un pedestal también puede ser una cárcel. Por lo mismo que la cosificación, porque uno llega a creer que el pedestal es real, y uno es especial.


En fin, seamos conscientes de la trampa que esconden todas estas formas de comunicación. Reconozcamos que el otro es inabarcable, que ninguna etiqueta puede definirle. Que no podemos invadir sus límites, ni siquiera por su bien. Seamos claros si queremos algo. Seamos claros si no queremos algo.
Y no caigamos en la confusión que generan estas formas, cuando involuntariamente nos lleguen, especialmente de nuestros seres más queridos.

Felices fiestas.





lunes, 6 de diciembre de 2010

MATA AL MENSAJERO SI EL MENSAJE NO TE GUSTA


...Volviendo al tema de wikileaks que los que me conocéis sabéis que me ocupa bastante, todo apunta a que en las próximas horas se va a producir la detección de Julian Assange. Creo que nuestra generación vive en medio de la anestesia general. Para bien o para mal, hemos podido presenciar pocos hechos realmente históricos. Quizá el único las torres gemelas y el 11M (junto a la caída del muro). Cuando el 23 F, llevábamos pantalones cortos. Lo que está pasando con wikileaks sin embargo se sale de esa atonía general. Es historia y nos falta perspectiva para verlo. No es algo que afecte a un presidente concreto o una gran empresa. Las revelaciones de wikileaks dejan al descubierto de forma demoledora el funcionamiento de las maquinarias del poder.

Desde EEUU, Palin, esa gran demócrata hace un llamamiento a que Assange sea tratado como un terrorista de Alqaeda y otro genio de éstos de los del tea party, un tal Flanagan (suena a chiste de Forges pero se llama así) llama al asesinato. Sin ningún tipo de pudor. Luego en Occidente, que somos muy dados al etnocentrismo nos escandalizamos por el islam, pero ay, el ser humano cuando se siente amenazado es tan parecido en todas partes. Personalmente creo que Assange tiene las horas contadas, si no lo asesinan antes, la estrategia será llevarle a Suecia con la excusa de las violaciones y lo extraditarán en menos de 3 meses a EEUU. Pero el movimiento que representa wikileaks, la revelación de secretos ya sea de estados, como de grandes empresas va a ser imparable, a través de wikileaks o a través de nuevas plataformas. La guerra que se va a jugar es la lucha por meter con calzador el control de internet para evitar este tipo de cosas, con la excusa del terrorismo. Aunque sea a costa de recortar derechos. Mata al mensajero si el mensaje no te gusta. Cualquier cosa menos que la gente piense. No vaya a ser que piensen que lo que has hecho es ilegal, manipulador, injusto o simplemente no es ético. Llámame simple pero si no quieres que algo se sepa, piénsatelo mejor antes de hacerlo.

Sobre el tema de wikileaks no deja de sorprenderme la estrategia cerrando filas, todos a una, una especie de Fuenteovejuna Planetario, para el acoso y el derribo. No se recuerda tanta unanimidad en absolutamente ningún tema. Precisamente esa unanimidad en el bloqueo de cuentas, expulsión de servidores, declaraciones públicas, se produce entre la tibieza de otros sectores, entre ellos los políticos españoles, que parecen no querer alarmar en exceso, obviamente no por altruismo sino para evitar que la opinión pública se les eche encima. El comentario de "esto ya se sabía... son chismes, o no cuentan nada nuevo" contrasta con persecución desesperada tanto en lo judicial, policial y en la red. O una cosa u otra. El tema es cómo frenar a la gente, desunida y anestesiada para casi todo, pero con tecnología como para reaccionar en cadena. Cientos de personas en todo el mundo dan colaboración a wikileaks con las páginas espejo. ¿Qué pasaría si Assange es extraditado a los EEUU? ¿habría protestas masivas? ¿Están midiendo eso? ¿Cómo es posible que el Premio Nobel de la Paz no se pronuncie vista la gravedad que ha tenido para la diplomacia (norte)americana? ¿De verdad que saltarse leyes y negarlo todo es el mejor servicio que se le puede hacer a la democracia? Y pensar que nos olvidamos de Orwell y llegamos a pensar que GRAN HERMANO era un concurso de Tele5.


martes, 30 de noviembre de 2010

Wikileaks, Matrix y los sandios



Para alguien como yo que creció pensando que iba a ser periodista, Wikileaks es lo más parecido que existe a los héroes de comic. Una especie de reencarnación de los Xmen, con un único superpoder pero un superpoder real, consistente en sacar a la luz lo que los gobiernos y bancos (y demás instituciones igualmente dudosas) nos ocultan. Dicen que va a haber un antes y un después de las filtraciones que se están produciendo estos días. Lamento no compartir ese optimismo, a pesar de que nada me gustaría más y reconozco que mi admiración por esta gente es absoluta.
Sin embargo tengo una mezcla de sensaciones extraña con todo este tema de las filtraciones. Una euforia al principio, temor en el medio y decepción y pena al final.

Euforia porque me encanta que el poder quede retratado. Me maravilla que salga a la luz los mecanismos que tienen los poderosos para manipular, torcer voluntades, anular otras y pisotear la verdad y la justicia sin escrúpulos para salvar sus intereses. Además de una manera inapelable, con las expresiones literales que usan sin saber que iban a ser descubiertos.

Por otro lado temor por las represalias. Assange se ha creado todos los enemigos del mundo. Bien hará por la supervivencia de su organización descentralizarse y que la organización no dependa de él. Evidentemente no es casual que haya sido acusado de violación en Suecia, donde se refugiaba, entre otras cosas por ser un país con leyes que protegen especialmente a los periodistas y la libertad de prensa. Van a ir a por él como lobos y no van a parar. Y probablemente encontrarán la manera de triturarle. A pesar de que continúa en paradero desconocido y suele utilizar múltiples pasaportes y nombres falsos, es fácil suponer que acabará ante los tribunales en EEUU. Si hace falta, cambiando las leyes ya que wikileaks no hace las filtraciones lo que sí está penado en EEUU, las recibe y las hace públicas, como cualquier periódico. Bah, tonterías que acabarán salvando. Tengo que reconocer que desde que empezó todo esto, tengo la sensación de que tarde o temprano se lo acabarán cargando. Pero la opción de los tribunales va a ser la primera. Mucho más limpia. El asesinato tendrá que esperar, daría mala imagen. Hay que aplastarlo, pero haciendo ver que la razón (los tribunales) imparten justicia y merece pena de cárcel, y censura pública por las gentes de bien. Hillary Clinton no ha perdido el tiempo intentando crear la opinión de que wikileaks es un grupo terrorista que pone en peligro las relaciones internacionales y a personas concretas. Aquí, en este momento, conviene recordar la definición de demagogia que da la RAE (Degeneración de la democracia, consistente en que los políticos, mediante concesiones y halagos a los sentimientos elementales de los ciudadanos, tratan de conseguir o mantener el poder). Vaya jeta y vaya cuajo. Decía Forrest que tonto es el que dice tonterías. El que dice sandeces es un sandio, en este caso, sandia.

La decepción viene al final. En realidad, a pesar del miedo que provoca la revelación de secretos en los propios retratados, en el gobierno de EEUU y del Reino Unido especialmente, es decepcionante comprobar cómo a pesar de las revelaciones, nada cambia. Hoy día el watergate no sería posible. Nadie prestaría atención ni generaría audiencia. Probablemente pronto las filtraciones se habrán convertido en algo tan habitual que se habrá banalizado el mensaje. Y una vez pasada la sorpresa inicial, la opinión pública apenas arqueará una ceja con la llegada de nuevos secretos. Aquí en esta parte del mundo moviliza más un enfado de la Belén Esteban de turno, el fútbol o cualquier frikada, que el descubrimiento de torturas en Guantánamo o las presiones ejercidas para que el caso de José Couso se archivara. Cosa que, en realidad, todo el mundo suponía ya.
La reacción oficial del Gobierno ha sido inexistente. En el mejor de los casos simplemente negado. Ni Zapatero ni Moratinos, ni Trinidad Jiménez, da la sensación de que sientan la necesidad de dar explicaciones. ¿Qué tendría que pasar en este caso para que tuvieran que darlas? ¿Un vídeo con De la Vega reuniéndose con el embajador norteamericano con sonido dolby surround justo en el momento en el que lo están maquinando?

En cualquier caso y aunque todo vaya a seguir igual, prefiero un mundo con wikileaks dentro. Me parece más higiénico para las democracias. Para todos nosotros. Siempre es mejor saber la verdad que vivir en matrix. Como si nuestros gobernantes (y los que están esperando para desbancarles) fueran honorables adalides de la libertad y la justicia, que trabajan para el ciudadano... una pena. La libertad para Platón no era conocer que lo que veían en la caverna no eran más que sombras. La libertad es salir de la cueva.


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