miércoles, 16 de diciembre de 2009

PLATÓN Y EL ISLAM


Las de la foto son presentadoras de un programa en la cadena Awtan Tv en Arabia Saudí. Lo normal en este país es que no haya mujeres en los programas, es decir que el hecho de que las presentadoras de la foto tengan un programa en la tele, es el no va más del progresismo y la igualdad de sexos. El no va más al que han logrado llegar, claro está. Lo que llevan puesto parece que se llama "niqab" y a duras penas deja unos centímetros para los ojos. Terrible. Pero lo que me llama la atención es la manera tan perversa de interpretar la realidad que tienen tanto las protagonistas de la foto como las autoridades masculinas. Me diréis que la realidad no existe. Que es una construcción de cada uno. Y de verdad que yo lo creo. La realidad es algo que cada uno construye en su cabeza. Las cosas no son como son, son como nos las contamos a nosotros mismos. La narración de lo que nos decimos. Pero hay unos límites. Que la realidad sea más compleja y poliédrica de lo que parece no significa que podamos decir que es de día si son las 3 de la madrugada. Dicen ellas que "el niqab no nos impide hacer nada..." y orgullosas añaden que "recibimos llamadas de televidentes de varios países que nos animas a seguir haciendo lo que hacemos". El ser humano es increible, puede disfrazar la mayor de las locuras como el disfraz de la normalidad. Lo que me sorprende en definitiva es que son ellas mismas las que lo ven como algo normal, hasta el punto de negar lo evidente. No nos impide hacer nada, bueno, para empezar te impide el sentirte cómoda si enseñas tu rostro. Te impide sentirte bien si te quitas las cadenas. Hay un paradigma no escrito (o casi) en cuanto a salud mental. Una cosa es NECESITAR las cosas y otra cosa es PREFERIRLAS. La diferencia no es pequeña. En la preferencia siempre está la salud. En la necesidad, la limitación. Si tú eres capaz de ir con burka y bien, pero también de no llevarlo y a veces no lo llevas, y te sientes cómoda igual, pero prefieres llevarlo: es una preferencia, puedes desarrollarte de las dos maneras, no hay limitación. Pero si TIENES QUE llevar una prenda porque si no... no te sientes bien, te sientes indefenso, culpable, etc. puedes jurar que hay algo que no funciona bien. Y desde luego tienes una limitación grave (aplicad el esquema a otros ámbitos, seguro que no lo veis tan claro y en el fondo es lo mismo, ¿son enfermedades las parafilias sexuales?)

No hace falta ser muy listo, a pesar de los disfraces de normalidad y de peculiaridad cultural que se le quiera dar, que tras la necesidad de tapar el cuerpo y en especial el pelo, hay un tabú sexual. Y desde luego una visión machista de las cosas. La principal función de cualquiera de estas prendas es la represión sexual, así de claro. Si consigues reprimir la sexualidad de tu pueblo, tienes todo ganado para poder controlar su conducta, su pensamiento. Tienes todo el poder. Por eso, cuando veo fotos como éstas me surge el pesimismo. Si ni siquiera ellas lo ven, qué se puede hacer. ¿Se puede imponer otra visión de las cosas, "más abierta", "no limitante", "más tolerante"? Evidentemente no. Es el mito de la caverna de Platón llevado a nuestros días.
Para cuándo una revolución, de la gente, para que podamos mandar a todos lo intolerantes a tomar por c. A los que imponen a los demás lo que debe uno pensar, cómo hay que vestir, lo que es pecado, lo que es familia y lo que no, para que podamos mandar a todos los islamistas radicales, católicos radicales, pesados radicales, a una isla y monten su universo paralelo muy santo y muy puro, mientras nosotros bailamos lo que queramos, con quien queramos y vestidos como nos plazca (o desnudos por qué no). Qué curiosa es la debilidad de esta gente fundamentalista, siempre NECESITAN de súbditos que obedezcan, y les devuelvan qué poderoso, puros y verdaderos son.

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